Diferentes géneros cinematográficos tienen diferentes encantos, las películas de acción tienen espectaculares secuencias que estimulan nuestro cerebro con brillantes destellos e información entregada a velocidades espectaculares, las películas de ciencia ficción y fantasía tienen efectos especiales que materializan nuestra imaginación, el horror nos sorprende con eventos inesperados y el suspenso nos propone misterios y acertijos para resolver. Pero no importa la razón (o el elemento) que nos atraiga de una película, indudablemente es la construcción del guion lo que lo carga de sentido y le da ese efecto catártico que diferencia las películas malas que serán olvidadas al poco tiempo, de aquellas que trascenderán a la historia, recordadas como películas asombrosas.
Al principio cometía el error que cometen muchos y que transforma el trabajo de guion como el trabajo más mal agradecido; pensaba que lo que hacía buena una película era su director, la suma de todas las partes, un sonido impecable, una música hermosa, una actuación brillante una imagen asombrosa, pero en mi paso por la universidad me di cuenta que, para mí (muchos pueden no estar de acuerdo), el guion es lo más importante pues es la base, los cimientos, la estructura, los huesos de una obra cinematográfica. Claramente la suma de todas las partes es lo que hace a una película grandiosa pero la gran mayoría de las personas va al cine a que le cuenten una historia, no ha oír música o ver imágenes espectaculares. Como una vez lo dijo McKee en uno de sus seminarios (y estoy parafraseando aquí): entréguele 120 páginas en blanco a un director y dígale “haga una película” y no sabrá qué hacer.
La razón para escribir este blog es para transmitir el conocimiento que tengo y que he reunido en mi experiencia como escritor para que así otras personas encuentren una guía, un empujón o tal vez una chispa que les estimule la creatividad y los lleve a escribir sus propias historias. Muchas veces me he encontrado con personas que quieren escribir, que tienen ideas fantásticas pero que no encuentran la motivación o no saben por dónde empezar. Mi propósito es ayudar a estas personas a alcanzar sus sueños de escribir, guiándolos para que el proceso sea más fácil de lo que parece.